ejes transversales de nuestro proyecto
Ejes transversal de nuestro proyecto
Educación en valores
Desde ANAIA NURSERY SCHOOL queremos ofrecer a nuestros niñ@s una educación integral, y para ello es esencial trabajar de forma transversal “educación en valores”. Diariamente trabajaremos valores como el respeto, la tolerancia, la empatia, la solidaridad, entre otros. Todos tan valiosos, y muchas veces ausentes en nuestra sociedad. Para poder trabajar los valores en la escuela queremos contar con la colaboración de las familias, porque sin ellas, el trabajo que podamos realizar en el centro no servirá apenas de nada.
Para poder trabajar de una forma atractiva los valores en la escuela, utilizaremos cuentos, canciones, rincones.
Educación emocional
La educación emocional en los niños es la base de toda educación. Los niños deben aprender a manejar sus emociones y deben hacerlo desde que son muy pequeños. Por eso, tanto en casa como en la escuela se les debe proporcionar oportunidades para que sean capaces de identificar sus emociones así como expresarlas y regularlas. Todo esto les permitirá poder tener una buena base emocional para su vida diaria y que de este modo tenga un buen desarrollo psico-afectivo.
Un niño que ha crecido teniendo como base una buena educación emocional crecerá en confianza consigo mismo, será capaz de saber que tiene capacidades, aprenderá de los errores, tendrá buena autoestima, será una persona asertiva, tendrá buenas habilidades sociales, tendrá buenas habilidades para resolver los conflictos, será capaz de enfrentarse a los desafíos diarios y podrá de comunicarse con los demás (y consigo mismo) de forma exitosa. Las emociones son las encargadas de determinar cómo afrontamos la vida y por eso tienen un papel tan importante en la vida de las personas, pero sobre todo, en la vida de los niños.
Los niños que viven en un ambiente donde la familia y la escuela tienen muy presente la educación emocional como base ante cualquier aprendizaje social y académico, podrán tener mejores capacidades para poder desenvolverse de forma exitosa en sociedad. Por todo ello este tema se trabaja tanto desde la escuela de padres como en las aulas.
Estimulación temprana
Con la estimulación temprana conseguiremos que los niñ@s maduren y sean capaces de adaptarse mucho mejor a su entorno y a las diferentes situaciones.
No se trata de una terapia ni de un método de enseñanza formal. Es una forma de orientación de las capacidades de los más pequeños. Cuando se estimula a un niñ@, le estaremos abriendo un panorama de oportunidades y de experiencias que le harán explorar, adquirir destrezas y habilidades de una forma natural, y entender lo que ocurre a su alrededor.
Lo ideal será iniciarla lo antes posible ya que la flexibilidad del cerebro va disminuyendo con la edad.
Desde el nacimiento hasta los 3 años de edad, el desarrollo neuronal de los bebés alcanza su nivel máximo. A partir de los tres años, empieza a disminuir hasta los 6 años de edad, cuando ya estarán formadas las conexiones neuronales del cerebro del niño, haciendo que su mecanismo de aprendizaje sea parecido al de un adulto. Continuará aprendiendo, pero no al mismo ritmo de antes.
Todos los niñ@s experimentarán diferentes etapas en su desarrollo que pueden ser potenciadas con una estimulación temprana. Para eso, se debe reconocer y motivar el potencial de cada niño individualmente, y presentarle objetivos y actividades adecuadas que fortalezcan su autoestima, iniciativa y aprendizaje. La estimulación que recibe el niñ@ en sus primeros años de vida constituyen la base de su desarrollo futuro. La estimulación empieza con actividades de contacto con el bebé reforzando el vínculo emocional y afectivo, a través de masajes y estímulos sensoriales. El juego es una efectiva herramienta de estimulación para los más pequeños. A través del juego, podemos observar el comportamiento de los niñ@s y conocer sus necesidades.